Edificio de Juzgados de la Jurisdicción Contencioso Administrativo. Campus de la Justicia de Madrid.
Entendemos el Campus de la Justicia como un “bosque urbano” en el que se posicionan nodos de actividad. Por ello, la clave del proyecto se centra en dónde y cómo colocar los vacíos dentro del “claro en el bosque”, activando de este modo ese recinto que ofrece la ordenación como campo de trabajo. El sistema se desarrolla mediante la adición y transformación de células independientes orientadas, cuya forma y disposición dependen del equilibrio entre el programa que acogen y las relaciones que deben establecerse tanto con el resto de las células vecinas como con la membrana exterior.
De esta manera la “membrana de hiedra artificial” que da fisonomía y protege al conjunto, se proyecta permitiendo un espacio intersticial que no es nunca tratado como residual sino cargado del mayor contenido posible. Esta membrana funciona además como un colchón protector que reducirá los saltos térmicos entre exterior e interior del edificio, permitiendo un funcionamiento energético por gradientes que se manipularán según sean las condiciones ambientales.