Pabellón Olímpico de Gimnasia. Madrid 16
…entre los dedos
Soy un espacio multifuncional, efectivamente no tengo aspecto de polideportivo, nunca he querido quedarme sólo en eso. No tengo nada en contra de los pabellones al uso, pero siempre pensé lanzar mis graderíos como dedos, en pos de servir, como un buen anfitrión, dando acogida al público que viene a ver los espectáculos que se celebran en mis entrañas.
Una forma consecuencia del trazado de visuales de un aforo fragmentable, segregable, una mano-cavidad que levanta sus dedos para separar al público de los deportistas y al mismo tiempo ser las grandes marquesinas que protegen los accesos al espectáculo que se celebra en mi interior.
El cerramiento del pabellón es una doble membrana ligera de paneles porosos activables por las instalaciones necesarias en este tipo de edificios. A partir de estas paredes huecas con el canto de la altura completa de la sala, se despliega una malla basada en las estructuras de compresión flotante de Kenneth Snelson, también conocidas como tensegrity. Se trata de estructuras muy ligeras. Cables a tracción y barras verticales a compresión, en este caso tratadas con pintura fotoluminiscente.